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El gobierno las prefiere calladas, pero ellas protestan contra la corrupción

A 4 días de conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el pasado 21 de noviembre la el gobierno de Guatemala, incurrió en una demostración de violencia al reprimir a mujeres y hombres adultos, jóvenes y personas mayores salieron a manifestar su descontento ante la propuesta para la aprobación del presupuesto general de gastos del Estado para el próximo año, aprobada en el Congreso de la República. La marcha se había desarrollado de una manera pacífica, pero fue disuelta por la Policía Nacional Civil (PNC) utilizando gases lacrimógenos y violencia desmedida; decenas de personas fueron detenidas, entre ellas varias mujeres. Por ellas, escribimos esta nota, para manifestar nuestro rechazo contra la violencia ejercida ese día, especialmente, contra las mujeres. Algunos de los nombres de las agredidas, aparecen en esta nota, pero tenemos la seguridad de que hubo más mujeres que a quienes se les fueron violentados sus derechos ese día. 

Melissa Mencos una joven documentalista y corresponsal de la Asociación Guatemalteca Audiovisual y Cinematografía (Agacine), de 29 años de edad, fue detenida mientras documentaba y realizaba su labor durante las protestas, fue capturada y arrastrada por agentes de la (PNC), actuando con total violencia en su contra. Otra profesional, Entre la  abogada Ingrid Medina fue retenida durante la manifestación sin motivo alguno entre forcejeos y confusión, ella mencionó: ¡No pueden llevarme, estoy en mi derecho de manifestar!

Además de ellas, Eimy Fernanda Calderon, 23 años de edad, Claudia Evelin Salguero, trabajadora social de 49 años, Mavely Lourdes Salguero de 28 años, Roxana Abigail Coronado de 51 años, también fueron aprehendidas. Las mujeres fueron llevadas a Torres de Tribunales de Justicia, el Ministerio Público las acusó por los delitos de atentado, reuniones y manifestaciones ilícitas, depredación de bienes culturales y desorden público. El juez decidió declarar falta de mérito a las detenidas; sin embargo Ana Paulina Estrada, de 22 años, aún tiene un caso abierto por supuesta alteración del orden público. María José Sinay López y Mariana Carolina Sinay, ambas menores de edad (17 y 16 años) también fueron capturadas.

Las acciones que tomaron dichas instancias del gobierno contra los manifestantes, causan preocupación, indignación y repudio ya que fueron atentados y vulnerados sus derechos humanos, su integridad y libertad. En el Artículo 35 de la Constitución de la República dice que la libre expresión es un “derecho constitucional que no podrá ser restringido por la ley o disposición gubernamental alguna”,  El Artículo 33 de la Constitución Política de la República de Guatemala, establece “Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. Los derechos de reunión y de manifestación pública no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados y la ley los regulará con el único objeto de garantizar el orden público”. Dicho artículo menciona “no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados” lo cual contradice las declaraciones del señor ministro de gobernación cuando fue cuestionado por la bancada une declarando – yo actúo conforme a la ley.

Nathalie Andrea Duarte Castañeda y Ana Rebeca Guillén Alcahé fueron retenidas por la policía en Quetzaltenango. Al igual que en Guatemala, las marchas transcurrían pacíficamente pero al entrar la noche, un grupo de personas se dirigió a la gobernación amenazando con quemar el lugar. Las bombas lacrimógenas no se hicieron esperar, y entre la conmoción, ambas fueron detenidas por la policía. Estas acciones sólo amenazan el derecho de manifestación de las mujeres, y las previene de futuras participaciones al amedrentarlas y amenazar su integridad física y psicológica. 

Condenamos y rechazamos firmemente estos actos de violencia contra las mujeres, la represión sólo representa una respuesta desesperada, arbitraria e ilegal. Al responder de dicha forma se prohíbe el derecho de expresión y manifestación pública, por lo que exigimos que el Gobierno de Guatemala ratifique el compromiso para hacerle frente a cualquier tipo de violencia en contra de la mujer y de cualquier ciudadano guatemalteco sin importar raza, credo, postura política y filosófica. Son muchos los tipos de violencia que las mujeres sufren en Guatemala, por lo que no es justo que el Estado, lejos de respaldarlas, se convierta en una amenaza para las mismas.