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Comunidad Santa Anita, La Unión; ecoturismo con futuro

Comunidad Santa Anita, La Unión; ecoturismo con futuro

Por María Recinos 

Santa Anita, La Unión, es una comunidad construida con organización comunitaria, historia y visión de futuro. Se encuentra ubicada en la boca-costa del Pacífico, a 48 kilómetros de Quetzaltenango y 217 de la Ciudad de Guatemala. Fundada por 35 familias de excombatientes de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), la mayoría de ascendencia Mam provenientes del departamento de San Marcos. Esta comunidad se estableció como parte de los procesos de reinserción civil tras la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala en 1996.

Desde sus inicios, las familias se organizaron y junto con la Fundación Guillermo Toriello, gestionaron un préstamo para adquirir una finca cafetalera de 1.500 cuerdas, por un valor de Q.2,062,000. En 1998, se establecieron formalmente bajo la Asociación Maya de Pequeños Agricultores Santa Anita La Unión, integrada por 47 familias, entre ellas conforman la Junta Directiva integrada por hombres y mujeres, con el fin de administrar la finca, saldar la deuda por la compra y continuar con la construcción de un ecoturismo como modelo de desarrollo alternativo y sostenible.

El esfuerzo comunitario y sus acciones han sido notables. Además de trabajar en los cafetales, lograron el apoyo de la Embajada de los Países Bajos. Las familias repartieron terrenos para vivienda, trazaron calles, instalaron drenajes, paneles solares para la iluminación pública, y construyeron la primera escuela primaria del área. Posteriormente, se sumaron los niveles de educación básica y diversificado, abiertos a niños y jóvenes de comunidades vecinas, consolidando a Santa Anita como un ejemplo educativo donde todos y todas pueden tener acceso.

En los últimos años, debido a la caída de los precios internacionales del café, la comunidad ha puesto en marcha un proyecto de ecoturismo como una alternativa viable y sostenible para generar ingresos y fortalecer el desarrollo local. Este proyecto, ha creado interés en visitantes nacionales e internacionales para conocer la historia de los excombatientes del conflicto armado, un suceso importante de la historia de Guatemala y la cultura de la comunidad.

El turismo en Santa Anita, La Unión, se ha concretado con uno de sus principales atractivos turísticos; su historia. Han construido el Museo de los Caídos, que funciona como una memoria del conflicto armado interno y un homenaje a los compañeros caídos. Con el apoyo de voluntarios, crearon un libro ilustrado que recoge las historias de vida de los sobrevivientes el cual está a la venta. 

La comunidad, ofrece diversas actividades turísticas: cuentan con un área de beneficio y tostaduría de café, el visitante participa en la actividad agrícola a través de un recorrido por los cafetales, donde pueden conocer de cerca el proceso, desde su cultivo hasta su preparación. Los turistas son recibidos en la casa patronal donde se encuentra el hospedaje y alimentación, participan en charlas y actividades con jóvenes y visitas guiadas.

Entre los atractivos naturales, destaca una cascada ubicada dentro de la finca, rodeado por un Bosque Muy Húmedo Subtropical Cálido, que alberga especies como el palo blanco (Tabebuia donnell-smithii), cedro (Cedrela odorata), guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) e Inga spp, que proporciona sombra al cultivo principal: el café. Además se puede disfrutar de su clima templado, su entorno natural y vistas panorámicas. Aunque la deforestación ha afectado la región, en Santa Anita, aún se conservan grandes áreas del bosque los cuales son refugio de fauna local.

Santa Anita, también enfrenta desafíos; la vigencia de la deuda, la mejora de infraestructura turística, la caída de precios en el café, el cambio climático que puede afectar los cultivos, desastres naturales, etc. La comunidad sabe que tiene un camino largo por recorrer y que no ha sido fácil, sin embargo, han encontrado en el ecoturismo un modelo de desarrollo alternativo y sostenible, que no solo se está consolidando como una vía para mejorar sus condiciones de vida, sino que contribuye a la protección, preservación y respeto por la naturaleza y el territorio. 

Por ello, Santa Anita, le apuesta a su proyecto ecoturístico para conseguir un desarrollo económico, a través de la organización comunitaria que los consolida como una fortaleza para lograr una comunidad como un lugar más responsable, sostenible y consciente.