Las armas de fuego en Guatemala y la Violencia de género
POR EMMA GÓMEZ
En un informe reciente del Centro Internacional para Investigadores en Derechos Humanos (CIIDH) se concluyó que es necesario ahondar en las causas de muertes de mujeres por uso de armas de fuego para determinar si se enmarcan en violencia doméstica, violencia criminal por involucramiento en estructuras del crimen organizado y pandillas o responde algún otro fenómeno. El promedio anual de muertes del sexo femenino por el uso de armas de fuego fue de 590, en términos sencillos y para dimensionar el fenómeno esto equivale a un promedio de 6 muertes diarias.
En años recientes Guatemala ha sido catalogado como uno de los países más violentos a nivel mundial, debido a la cantidad de homicidios, corrupción y tráfico de drogas del Triángulo Norte de Centroamérica que conforman también El Salvador y Honduras, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La violencia armada es un fenómeno complejo, multidimensional y sistémico que se relaciona con una débil gobernanza, limitaciones en las instituciones de seguridad y justicia y ausencia de un Estado de Derecho pleno. En ese sentido, el breve análisis aborda en particular la caracterización de las muertes de mujeres a causa de la violencia armada, según las necropsias realizadas por ley por parte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) durante el periodo 2017-2023.
Contexto internacional
El Estudio Global sobre Homicidios de la ONU 2023, afirma que la mayoría de los países con las tasas más elevadas de homicidios en el mundo se sitúan en América Latina y el Caribe; particularmente en el caso de Guatemala capta la atención la evolución en el número de homicidios entre 2017 y 2020, que descendió alrededor del 35%, para posteriormente elevarse a 7% en 2021.
La cantidad de hombres involucrados en la violencia homicida en América Latina y el Caribe es predominantemente en jóvenes. Esto es de esperarse, ya que la región tiene una población bastante joven y relativamente grande, pese a que la proporción de jóvenes ha ido disminuyendo con el tiempo. Guatemala se encuentra dentro de los países que registran la mayor proporción de víctimas de homicidio en el rango de edades de 15 a 29 años en 2021 con 48%.
A nivel regional, en 2021 se estimaba que al menos 4 mil 473 mujeres fueron víctimas de femicidio o feminicidio en 29 países y territorios de la región, según datos oficiales informados por los países al Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esto representa 12 muertes violentas de mujeres por razón de género cada día en la región.
Violencia de género en Guatemala
Según la cantidad de muertes de mujeres a causa de armas de fuego en Guatemala, para el período 2017-2023, este asciende a un total de 2 mil 358 mujeres.
Por edades: el análisis por grupos etarios evidencia que el grueso o grupo mayormente afectado por este fenómeno corresponde a adultez con 12.7% que comprende las edades de 27 a 59 años, juventud con 6% (14 a 26 años), adolescencia con 2.9% y vejez (60 años o más) con menos del 1%.
Las tasas de necropsias del sexo femenino a nivel departamental a causa del uso de armas de fuego, revela que el departamento de Guatemala concentra alrededor del 48% del total de necropsias a nivel nacional. Otro aspecto que llama considerablemente la atención consiste en que, de los primeros diez departamentos, al menos ocho, según su ubicación geográfica pertenecen al área Oriente del país, región caracterizada históricamente por el uso y portación de armas de fuego por parte de su población.
En contraste ocurre que cuatro departamentos cuentan con menos del 1% de números de necropsias a nivel nacional y corresponden a los departamentos de Sololá, Baja Verapaz, Quiché y Totonicapán.
Entre las conclusiones está que es necesario ahondar en las causas de muertes de mujeres por uso de armas de fuego, para determinar si se enmarcan en violencia doméstica, violencia criminal por involucramiento en estructuras del crimen organizado y pandillas o responde algún otro fenómeno, porque todavía se sigue reportando cifras alarmantes.