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Café Armonía: Un modelo empresarial ético

Por Patricia Macías —

Disfrutar de una taza de café justo y orgánico no es tan fácil como imaginaríamos en Guatemala. La mayoría del café que produce el país se destina a exportación. Además la mayoría de este producto se cultiva en grandes fincas, controladas por muy pocos, y en las que trabajan muchos bajo condiciones laborales pésimas. Mientras para los pequeños productores que trabajan  sus propios cafetales es difícil competir con estas macro producciones y encontrar una salida a su producto. Además existen otros factores externos a los que no pueden hacer frente por imposiciones económicas como impuestos, altos aranceles o intermediarios, así como efectos del cambio climático con enfermedades como la roya disfrutando de veranos más largos o las sequías cada vez más frecuentes en Guatemala. Múltiples variables como hemos visto influyen en el salario de los productores. Pero una forma de asegurar esos salarios justos, así como la producción, es la asociación. Organizarse como pequeños productores trabajando juntos dentro de una cooperativa es la única vía que les permite producir café y vivir de una manera digna.

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Manos Campesinas y ASOBAGRI son dos excelentes ejemplos de organizaciones cooperativistas cafeteras en Guatemala. ¿Cómo funcionan? En el caso de Manos Campesinas se trata de una organización de segundo grado (considerando de primer grado a las cooperativas) que agrupa a más de 1000 pequeños productores y se encarga principalmente de la comercialización del café producido, café que por cierto está certificado como 100% orgánico. Nació en el año 2000 y en palabras de Carlos Reynoso, gerente de Manos Campesinas, ‘La idea de crear un movimiento de pequeños productores fue el germen para crear Manos Campesinas. Es ese entonces no existía la idea de producción orgánica, todo era convencional. Incluso la calidad del café no era tan valorado. Pero desde el mero inicio de Manos Campesinas dijo la junta directiva y los asociados, ‘‘Hagamos trabajo natural, no podemos perder de vista esta parte y vamos a seguir protegiendo los ríos, seguir protegiendo la tierra.’’‘

Además de ese trabajo respetando a la Madre Tierra el fundamento de organizaciones como Manos Campesinas es asegurar las condiciones laborales de los agricultores, que como promedio poseen una hectárea de terreno y que a su vez están organizados en cooperativas propias. ‘Si no existiéramos y no estuvieran esas condiciones de mercado estoy seguro de que muchos de los productores que están ahora ya no fueran productores porque los precios no hubieran compensado su trabajo.’ En este sentido Reynoso añadía, ‘Al tener mercados estables, que nos permite negociar precios, les permite estar todo el año trabajando en su propiedad y con el producto que venden tienen para pasar el año, no la necesidad de tener que ir a otro lado’ como una gran finca.

Tras 15 años de trabajo una nueva iniciativa ha surgido como consecuencia natural ha este sistema organizativo y ha surgido en forma de cafetería: Café Armonía abría sus puertas en Xela hace unos meses. Se trata de una iniciativa especial porque tras este café están Manos Campesinas y ASOBAGRI y por lo tanto el café viene directamente de los pequeños productores que forman parte de estas dos organizaciones. Reynoso comentaba a Entremundos, ‘Café Armonía es nuestra primera experiencia. Queremos ofrecer al consumidor de Xela, de nuestra comunidad, un producto de primera calidad, un producto sano y un producto de pequeños productores’ además, ‘Los demás cafés son de uno o dos propietarios este café va a ser de todos los campesinos de todos los productores.’

Los baristas trabajando en el café son hijos de los pequeños productores que forman la cooperativa. Fueron seleccionados y recibieron formación profesional y ahora trabajan en Armonía. Ondina Victoria, una de las trabajadoras, procedentes de la pequeña comunidad de Loma Linda lo tiene claro ‘Café Armonía es como una familia.’ Una gran familia que como si se trataran de granos de café, unidos trabajan desde los cafetales hasta la taza que todos disfrutamos como clientes, un café económico pero cooperativo, orgánico, de calidad y lo más importante justo para todos los que forman parte de su proceso de producción.