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Ni una menos

ENTREMUNDOS 

El 15 de diciembre de 2022, debajo del suelo de una vivienda abandonada de la zona 18 de la ciudad de Guatemala había una fosa clandestina en donde se encontraron los restos de siete cadáveres. El trabajo para recuperar los huesos fue tarea de los Bomberos Municipales, no de forenses. En esta área, como en muchas zonas violentas de Guatemala, no ingresa personal del Ministerio Público.

Los cuerpos enterrados en una casa verde del asentamiento Lomas de Santa Faz, eran de mujeres reportadas como desaparecidas. Este hecho de violencia, como las miles de agresiones que ocurren cada día en contra de las mujeres, preocupa a organizaciones que hacen un llamado al Estado para garantizar a la ciudadanía una vida digna y sin violencia.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó la identidad de las víctimas: Lorena Nohemí Ramírez Mayorga, de 27 años; Joselin Maeli Punay Mayorga, 15; Lidia Susana Castro López, 18; Carol Mishel Díaz Ordoñez, 17; Estefani Edith Castañeda, 15;  María de Los Ángeles Cubulé Ortíz, 20 y Ángela Viviana Noj Cándido, 34. 

Tres eran menores de edad y tenía activada una Alerta Alba Keneth, que se utiliza para la búsqueda de niñas, niños y adolescentes desaparecidos. Las otras cuatro mujeres tenían una Alerta Isabel Claudina, un reporte que se usa para la búsqueda inmediata de las mujeres desaparecidas. A las siete les falló el Estado, no fueron localizadas con vida.

Del 1 de enero al 8 de noviembre de 2022, se activaron 1,745 alertas Isabel Claudina. Mientras que solo en una semana, la primera del 2023, se activaron 99 alertas Alba Keneth. 

Las siete mujeres y las otras cientos de desaparecidas en el país de Guatemala, no están en el olvido, permanecen en la memoria de sus familiares y de grupos de mujeres que se reúnen para exigir justicia y demandar que el Gobierno de Guatemala cumpla con encontrarlas. 

El 7 de enero, un grupo de mujeres de diversas edades se reunió en el parque central de Quetzaltenango. Colocaron un empapelado en la calle, con las alertas de personas desaparecidas; con carteles, discursos y canciones exigieron justicia para las siete mujeres enterradas en la vivienda, así como para las otras mujeres asesinadas y desaparecidas en el país.  

Pilar Bagur, integrante del Bloque Feminista de Mujeres de Quetzaltenango, explicó que es preocupante la naturalización que observan de la violencia.          

“Que las autoridades no hagan nada es preocupante porque todas tenían alertas, tuvieron seis meses o más para investigar dónde estaban y no lo hicieron. Son prácticas muy violentas y relacionadas con las mafias, no solo de las pandillas y del narcotráfico, también con las mafias corruptas del Estado. Debido a esa corrupción es que no funcionan las entidades públicas como deberían de funcionar”, expresó Pilar.

La activista considera que la unión, articulación y sororidad de las mujeres es clave para enfrentar la violencia. “Tenemos que unirnos en una voz, sin conocerlas, sin importar quienes son”, dijo.                

En la protesta también recordaron a Génesis, la primera niña que murió de forma violenta en el 2023. El  llamado de justicia se extendió  para todas las niñas que han sido víctimas de agresiones sexuales y muertes violentas en Guatemala.