JoselynMarvin

Éxodo migrante: Testimonios II

Estos son los testimonios de las y los migrantes que integran la caravana que atraviesa Mexico y que salió de San Pedro Sula, Honduras el 13 de octubre de 2018.

Keila, de 23 años es de San Pedro Sula, Honduras. No pudo terminar la escuela secundaria por las dificultades económicas. En Arriaga, junto a las vías del tren conocido como La Bestia, nos explicó que se unió a la caravana porque su esposo la maltrataba y cuando lo denunció y la policía llegó a su vecindario, los miembros de la pandilla local la amenazaron de muerte por traer la policía al barrio y tuvo que huir.

Mejor perdete antes de que te vayamos a matar, me dijo y por eso me vine. Yo a mi esposo lo denuncié, llevo una denuncia tal vez eso me ayuda a pedir asilo.

Yocelyn y Marvin, de Tegucigalpa, viajan en la caravana con sus dos hijos. Nos hablaron sobre la corrupción de la policía y las dificultades económicas que enfrentan las familias en Honduras.

Si uno no tiene dinero para cubrir los gastos de la escuela, no estudian. Igual también si va uno al médico, al centro de salud, al hospital, nunca hay medicamentos, lo que dan es receta para que uno lo compre y siempre te cobran aunque sea solo por revisarte.

Christian de 20 años, ha querido migrar desde que tuvo que abandonar la escuela secundaria. La situación de su hermana ahora lo hace más urgente que nunca. Ella tuvo que abandonar Honduras por las amenazas de muerte que recibía por el pago de una deuda. Christian quiere llegar a los Estados Unidos y trabajar para ayudarla a pagar esa deuda y que pueda volver a Honduras con sus dos hijos pequeños. Christian también quiere estudiar enfermería o leyes.

Desde que mi papa murió yo siempre he querido estudiar, pero lamentablemente nunca he tenido la oportunidad en Honduras por el motivo de que entras a un colegio público pero igual necesitas trabajar, necesitas dinero, si no tienes trabajo y si no tienes apoyo de tu familia no puedes hacer nada.

Jorge, es de Tegucigalpa y habló con EM mientras descansaba en Pijijiapan tras una larga jornada de 50km caminando. Cuando la caravana comenzó, Jorge se encontraba en San Pedro Sula porque hacía solo tres semanas que había sido deportado de Mexico cuando intentaba alcanzar los Estados Unidos.

A los 14 comencé a trabajar y fue en el primer trabajo que tuve que me emocionó trabajar pero después no sirvió de nada (…) los siguientes trabajos fue donde empezó a ser diferente, aprendí oficio de pintura pero en ningún lado estuvo buena la paga.

 

Reportaje y fotografías por: Patricia Macías y Richard Brown