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Escucha responsable y primer apoyo psicológico para la niñez

Por: Felipe Sarti Castañeda

Artículo 27 1. Los Estados Parte reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social – Convención de Derechos del Niño ONU 

La escucha responsable y primer apoyo psicológico, es una técnica importante para detectar el estado emocional de personas, familias y grupos que han sufrido experiencias traumáticas en el transcurso de sus vidas.  La niñez guatemalteca ha sido históricamente víctima de violencia física, sexual y psicológica, al grado que hay miles de casos de niños y niñas que han fallecido por estas violencias, ejercidas principalmente por las personas mayores, de las cuales se ha comprobado que un gran porcentaje tiene vínculos familiares con las víctimas; es decir que, en estos escenarios de crueldad, nos encontramos con padres, madres, abuelos, tíos, hermanos y familiares. Estas violencias contra la niñez y las personas humanas en general son propias de un sistema capitalista patriarcal, donde impera el autoritarismo en los ámbitos familiares, educativos y sociales.  La mayoría de la niñez en Guatemala que ha sido víctima de violencia, después de los hechos queda en un estado de indefensión psicosocial que le traerá, a mediano y largo plazo, problemas psicológicos y de relacionamiento social.

El Estado de Guatemala y sus instituciones, tienen muy pocos proyectos que verdaderamente ayuden a esta niñez violentada y desprotegida. Es por eso que consideramos que el Estado tiene la mayor parte de la responsabilidad, ya que incumple las normas de protección a la niñez, tanto nacionales como los acuerdos internacionales suscritos en la materia. Ante este vacío, las instituciones de la sociedad civil y organizaciones comunitarias deberán asumir con más fuerza la prevención del maltrato, así como la atención profesional a la niñez agredida.

En el campo de la psicología social y educativa, la técnica de la escucha responsable puede jugar un papel importante en la rehabilitación emocional de niñas y niños.  Esta técnica se refiere a la capacidad de escuchar no solo lo expresado verbal y directamente, sino también los sentimientos, las ideas o los pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Es utilizada por personal capacitado a nivel de salud mental, pero también es importante saber que muchas otras personas, aunque no sean profesionales, pueden aprenderla y aplicarla (docentes, enfermeras/os, bomberos/as, PNC, miembros/as de diversas iglesias, comadronas, etc.). Esta técnica se puede complementar con recursos audiovisuales, además de prácticas de educación popular como el sociodrama y el juego de roles.  Con esto no queremos decir que se suplantará a las/los profesionales en la materia; más bien se puede apoyar su trabajo. 

En el caso concreto de Guatemala, donde hay ausencia de Estado y programas adecuados que atiendan estas problemáticas y profesionales y técnicos idóneos suficientes para servir a esta población, en condiciones graves de vulnerabilidad, sería importante comenzar un proceso para que, en el sistema educativo, de salud y comunitario, pueda haber más personas que apliquen el apoyo psicológico referido, convirtiéndose en auxiliares de las y los profesionales de la salud. Este personal, al ser capacitado/a, debería de tener avales de los Ministerio de Salud Pública y Educación y las universidades públicas y privadas, para reconocer su formación idónea en este tema.  Debemos pensar que estamos en un estado permanente de emergencia y necesitamos brindarnos apoyos mutuos, especialmente para atención de la niñez.

El sistema socioeconómico guatemalteco vulnera a la niñez a través de la pobreza y pobreza extrema, las cuales han aumentado de manera dramática la desnutrición crónica, al grado que miles de niñas y niños presentan déficits a nivel mental, físico, social y educativo (María Claudia Santizo, Oficial de Nutrición de UNICEF Guatemala, en un informe al 1 de diciembre de 2020, indica que el 49,8% de los niños/as sufre de desnutrición crónica, o sea uno de dos niños menores de cinco años).

La tragedia psicosocial de nuestra niñez se ve incrementada por las graves violaciones a los derechos humanos que sufren las caravanas de migrantes de  nuestra región, en las cuales hay presencia de  niñez sola y acompañada, que también puede ser violentada por autoridades coludidas con el crimen organizado y trata y tráfico de personas, que deberían ser capturadas y llevadas ante la justicia por graves violaciones a los derechos de la niñez. Sin embargo, la solución a esta grave problemática es compleja, puesto que es un negocio con grandes beneficios económicos y que cuenta con el visto bueno del gobierno y el grupo de poder económico y la clase política corrupta. 

Desde el pasado año, con la presencia del COVID-19, el confinamiento obligado, el desempleo y el aumento de la crisis económica, la violencia contra la niñez ha ido en aumento, sin que el gobierno y sus autoridades puedan o quieran frenarlo.  Los datos que registran organizaciones locales e internacionales sobre esta crisis son alarmantes (la Fiscalía de la Niñez del Ministerio Público registró, entre enero y octubre de 2020, 2553 casos de niñez víctima, de los cuales el 42% corresponde a maltrato, el 33% a niñez desaparecida y el 25% a violencia sexual).  Esta niñez tiene un presente y futuro inciertos y preocupantes ya que, hasta la fecha, tanto el gobierno actual como sus predecesores, carecen de voluntad política para asumir su compromiso histórico a favor de la niñez, manteniendo así un manto de impunidad. 

Desde mi experiencia personal, considero que se debería establecer una verdadera coordinación, efectiva y eficiente, entre el Estado, las universidades, organismos internacionales, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad organizada, que trabajan en los temas de niñez, derechos humanos y abordaje psicosocial.  Para realizar esto, básicamente necesitaríamos de la voluntad política de las partes involucradas y, a mediano plazo, podríamos contar con un programa nacional que brinde la primera atención psicosocial a la niñez víctima de las diferentes formas de maltrato infantil que existen.  La niñez guatemalteca, hoy más que nunca, necesita de apoyos que le permitan sentirse segura y dignificada para que, desde ellos y ellas mismos/as, compartan sus experiencias de dolor con la esperanza de ser atendidos/as de manera integral.   

Foto de portada: Talea Miller, PBS Hour


  1. https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf
  2. https://www.unicef.es/noticia/en-guatemala-el-498-de-los-ninos-sufre-desnutricion-cronica-maria-claudia-santizo-oficial
  3. https://www.mp.gob.gt/noticia/maina-reporta-177-personas-detenidas-vinculadas-en-violencia-sexual-de-ninez-victima/